Es común confundir una startup entre una pyme, es que realmente las dos son empresas «pequeñas» que buscan crecer, sin embargo no son iguales, a continuación te comparto las principales diferencias que tienen.
Tabla de contenidos
1. La startup es altamente escalable
Esto quiere decir que el volumen de sus operaciones se puede duplicar, triplicar, o más, y alcanzar a muchísimas personas sin un incremento proporcional en costos.
En otras palabras, sus costos de operación NO aumentan en la misma proporción que sus ventas, lo cual les permite tener un crecimiento exponencial.
Un ejemplo puede ser Facebook, que tiene unos 1,200 millones de usuarios a nivel mundial, pero sus costos de operación no serían muy diferentes si tuvieran sólo 100 millones de usuarios.
Pueden soportar un crecimiento muy grande de usuarios con un incremento mínimo en sus costos operativos.
El crecimiento de una Pyme, por el contrario, se relaciona fuertemente con sus ventas.
Una cadena de tiendas departamentales, por ejemplo, debe abrir nuevas sucursales para vender más y llegar a nuevos mercados. Eso le genera costos adicionales de local, inventario, nómina, etcétera.
Por esta razón, las Pymes no pueden duplicar sus ingresos ni sus ganancias de la noche a la mañana. Sus costos se incrementan casi en la misma medida que sus ventas.
Un incremento de 10% de un año a otro es bastante bueno para una Pyme. Para una startup es una condena de muerte.
Por eso ambas se evalúan con criterios distintos.
2. La startup vive en incertidumbre constante
Cuando nacen, las startups prácticamente no saben nada sobre su negocio. No saben si su producto se va a vender o si de verdad hay gente interesada en usarlo. Su chamba es reducir esa incertidumbre con validaciones y datos que obtienen por medio de experimentos que llevan a cabo.
En una Pyme, por el contrario, por lo general hay menos incertidumbre; es un modelo de negocio ya probado que se ha hecho antes en ese mismo mercado con un producto similar.
Como ejemplos pensemos en una cadena de farmacias, una franquicia, una cadena de helados. Todos son modelos que ya operan o existen, lo cual reduce la incertidumbre en su proceso de arranque y crecimiento.
Lo bueno es que, al ir validando datos, la startup va convirtiendo poco a poco la incertidumbre en riesgo, el cual sí es medible.
3. El nivel de riesgo en una startup es mucho mayor que en una Pyme
Normalmente, siete u ocho de cada diez startups mueren en los primeros tres años. El porcentaje de mortandad en las Pymes es un poco más bajo.
Aunque por lo general la inversión inicial es más baja en comparación a una Pyme, su presupuesto suele ser escaso y con ese poco dinero tienen poco tiempo para validar su modelo de negocio y reducir el nivel de incertidumbre.
Si lo logran, generalmente «levantan capital» de inversionistas para poder seguir operando. Es decir, aceptan capital a cambio de un porcentaje de su empresa.
Eso es lo que ocurre por ejemplo en el programa Shark Tank, un show televisivo en donde emprendedores tratan de convencer a inversionistas expertos de que inviertan en sus proyectos.
4. La startup es disruptiva
Esto significa que cambia las reglas del juego en el mercado donde opera. Hace las cosas de manera diferente a los participantes dominantes.
Compite con los más grandes de su ramo pero haciendo No lo mismo que ellos, sino bajo nuevos esquemas o cambiando las reglas.
Un ejemplo claro es UBER, que cambió la manera en la que opera el transporte privado de alquiler y se comió el mercado.
A pesar de la fuerte resistencia que ha encontrado tanto de monopolios de taxistas como de gobiernos alrededor del mundo, sigue creciendo a pasos agigantados.
Otro ejemplo es AirBnB, que a pesar de no ser dueño de una sola propiedad es hoy la empresa de hospedaje más grande del mundo.
Esto lo consiguió haciendo las cosas de manera diferente a los grandes competidores del ramo como Hyatt o Hilton.
Rompieron las reglas, validaron su modelo de negocio y tuvieron un éxito descomunal, a pesar de que poca gente creía que su estrategia fuera a funcionar. Ahora, AirBnB vale más que cualquier consorcio de hoteles.
5. La startup aporta innovación
Ya sea en tecnología o en su modelo de negocios, la empresa startup ha incorporado al menos un concepto o elemento innovador.
Ésta es para mí la diferencia más clara respecto a las Pymes.
Tan sólo echa un vistazo las startups que más han crecido en los últimos años y comprobarás que todas han innovado en algo, casi siempre en dos cosas: modelo de negocios y/o tecnología.
En mi experiencia, considero que es mejor invertir en startups que en Pymes porque las primeras tienen un mayor potencial de crecimiento.
Por esta sencilla razón es que yo no invierto en franquicias.
Las startups pasan por varias etapas. Las más comunes son: Discovery, Seed, Building y Serie A.
La valuación que alcance cada empresa dependerá de la etapa en la que se encuentre y, por lo tanto, la cantidad de dinero que pueda recaudar de los inversionistas.
Etapas de una Startup
A continuación te explico brevemente cada una de las etapas por las que pasa una startup:
Discovery
Descubrimiento. La empresa se acaba de formar y su modelo de negocios todavía no ha sido validado. Sin embargo, ya tiene estructurada la manera en la que pretende resolver un problema específico.
A estas alturas no se sabe a ciencia cierta si existe o no un mercado para la solución que pretenden crear.
Por esa razón, en esta etapa la misión es demostrar que existe un buen mercado y que tiene un producto que puede satisfacer una necesidad en dicho mercado, lo que en lenguaje técnico se conoce como product-market fit.
En esta etapa todavía hay incertidumbre extrema y, por tanto, una probabilidad alta de que el proyecto fracase.
Building
Construcción. En la segunda etapa ya se ha construido un prototipo de solución o producto mínimamente viable, también llamado Minimum Viable Product (MVP).
El objetivo de esta etapa es validar que el producto funcione y comience a generar «tracción”. Las primeras ventas son una forma de medir su empuje; son la primera forma de saber si el nuevo bien o servicio de verdad está resolviendo una necesidad y la gente está gastando su dinero en él.
En esta etapa la startup normalmente hará varios giros o ajustes a su modelo de negocios (también conocidos como pivotes) hasta encontrar la manera óptima de operar.
Seed
Semilla. Se ha validado el modelo de negocios; ahora se requiere más capital para perfeccionar el prototipo y sentar las bases para desarrollarlo.
En este punto ya se esperan ventas recurrentes. Con todo, probablemente seguirá haciendo ajustes o pivotes a dicho modelo.
Serie A
La última etapa de una startup llega cuando se ha logrado un nivel de ventas y crecimiento sostenido, incluso exponencial.
El dinero que recauden en esta etapa debe ser utilizado para crecer a un ritmo más acelerado y consolidar su operación.
Podrá levantar más capital en una Serie B, pero para ese momento ya no sería considerada propiamente una startup, sino una empresa grande con un modelo de negocio probado.
Cómo analizar una Startup
En su libro Angel: How to Invest in Technology Startups-Timeless Advice from an Angel Investor Who Turned $100,000 into $100,000,000, Jason Calacanis incluye otras etapas como “Sudor» y «Familia y amigos», en donde el fundador (también conocido como founder) usa sus propios recursos o los de su círculo cercano para financiar y arrancar la startup.
El autor también recomienda hacerse las siguientes cuatro preguntas para entender el negocio y determinar si un fundador es confiable como para invertir en él:
¿Por qué eligió ese negocio?
¿Que tan comprometido está el fundador?
¿Cuáles son las probabilidades de que el fundador tenga éxito en su negocio y en la vida?
¿Cómo se vería ese éxito en términos de ingresos y mis retornos de inversión?
Jason hace hincapié en que al invertir en una startup en realidad estás invirtiendo en el fundador.
Debes entender qué motivaciones tiene; si la inició sólo para hacer dinero, lo más probable es que falle.
También hay que identificar cuáles son las ventajas “injustas» del fundador, es decir, cuáles son las habilidades o las características específicas que lo hacen el más adecuado para el trabajo que está realizando.
A final de cuentas, es tu decisión en cuál etapa de una startup decides invertir, pero es importante que notes la relación directa entre el nivel de incertidumbre y las etapas por las que va pasando la nueva empresa.
A medida que ésta se va reduciendo, la valuación tiende a subir.
Si inviertes en las primeras etapas, las probabilidades de que el proyecto tenga éxito son menores, pero las ganancias potenciales son mucho mayores.
Por el contrario, si entras en etapas posteriores, en teoría ya validaron su modelo de negocios y eso incrementa sus probabilidades de éxito. Por lo tanto las ganancias se reducen para ti como inversionista porque su valuación será mayor y, por ende, el porcentaje de participación que obtengas por tu dinero.
Me da risa (y también tristeza) cómo en Shark Tank México algunos «másters» de los negocios muchas veces piden un equity share (porcentaje de participación) absurdamente alto.
Por ejemplo, les dicen «te doy dos millones de pesos por el 50% de tu empresa». Esto es un suicidio para la startup.
¿Por qué? Porque tarde o temprano el emprendedor no tendrá incentivos para seguir, ya que prácticamente estará trabajando para los inversionistas: a medida que la empresa vaya creciendo y pasando de una etapa a otra, necesitará reunir capital para continuar expandiéndose, y en cada una de esas «colectas» la participación del emprendedor se irá diluyendo hasta que su representación sea tan pequeña que perderá el interés y dejará morir el proyecto.
Al final, nadie gana. Los inversionistas perderán su capital y el emprendedor habrá perdido tiempo y recursos que pudo haber dedicado a otra cosa.
Por eso yo desconfío de cualquier inversionista que pide más de 20% de participación en una ronda de inversión y de cualquier emprendedor que lo acepta.
En todo momento debes estar consciente que las startups son inversiones de alto riesgo y que en promedio siete de cada diez morirán en el camino, pero dos tendrán cierto éxito y una de ellas crecerá diez veces o más en tres años.
Esta distribución permite que los rendimientos en este tipo de inversiones sean de aproximadamente 150% o más durante un periodo de tres años (si lo haces correctamente).
Al menos ésa es la información que tenemos acerca del comportamiento de las startups en Estados Unidos.
En México aún no contamos con suficientes datos, pero lo que ocurre en el vecino país del norte es una estimación de lo que podemos esperar aquí en los próximos años.
Tus probabilidades de éxito se incrementarán si haces tu tarea e investigas a las startups en las que estás pensando invertir para ver si cumplen tus criterios de selección. A esto se le llama due diligence (debida diligencia, en español). Más adelante explicaremos este concepto.
Conclusiones
Como ya te habrás dado cuenta, una startup se diferencia de una Pyme en tres cosas:
- Tienen un factor de innovación (normalmente en tecnología y/o en modelo de negocios).
- Tienen un potencial de crecimiento exponencial.
- Trabajan bajo incertidumbre extrema.
Tendrán éxito o no dependiendo de qué tan bien ejecuten su modelo de negocios, que es lo mismo que resolver un problema o necesidad social de manera efectiva.
Es imposible predecir si una startup tendrá éxito o no, pero puedes hacer un buen pronóstico si observas el término que mencionamos más arriba, la famosa due diligence o debida diligencia, que implica revisar los puntos clave de la empresa para saber si es promisoria.
En México no tenemos todavía información suficiente sobre el impacto de practicar la due diligence. En Estados Unidos, donde ya es una industria consolidada, está demostrado que las personas que la observan obtienen alrededor de tres veces más retornos en sus inversiones que quienes no la practican.
Este proceso puede ser tan amplio como quieras, desde investigar la parte legal, hasta las finanzas, las ventas, el marketing y la tecnología de la empresa, entre otras. Sin embargo, es mejor si lo haces en conjunto con otros inversionistas que estén también interesados (conocidos como ángeles inversionistas) y que son expertos en diferentes ramas. Es como repartirse la tarea.
Es una labor algo pesada para hacerla solo. Por suerte existen grupos de ángeles inversionistas en los cuales te puedes apoyar para repartir la tarea, dependiendo de la experiencia y perfil de cada uno.
En mi caso, formo parte de un grupo de ángeles inversionistas en donde compartimos nuestras opiniones sobre nuevos proyectos. Tú puedes hacer lo mismo para obtener una mejor due diligence en lugar de hacer todo por tu cuenta, y en una fracción de tiempo.
Independientemente de esto, todo buen ángel inversionista debe tener una tesis o principios de inversión.
Te comparto un extracto de la mía:
- Las empresas deben tener un componente de innovación. Me fijo que usen la tecnología para resolver un problema específico de mejor manera que las empresas existentes.
- Deben contar con un equipo interdisciplinario. Esto significa que pueden complementar sus fortalezas y debilidades.
- Deben tener un modelo de negocio que sea escalable, es decir, que les permita generar ingresos cada vez mayores sin que esto requiera un incremento proporcional en costos.
- Preferentemente, deben estar en etapas Building o Serie A, porque eso significa que ya validaron su modelo de negocios, han hecho algunos ajustes y logrado cierta tracción.
- Es deseable que existan altas barreras de entrada a nuevos compe tidores y alta fricción de salida para sus usuarios, es decir, que les duela dejarla para cambiarse a la competencia.
Si te interesa aprender más de este mundo te recomiendo que leas los siguientes libros sobre el tema: The Lean Startup («El Método Lean Startup», en español) de Erick Ries y Angel de Jason Calacanis.